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epidemia

[]

la mujer custodia el banco
hipotecario desde que
laburo en capital
y antes también creo
una víctima del 2001
puede que no importe
a nadie importan las víctimas
que solo mueren en un limbo
fastidian estorban
muestran los dientes que no

la mujer
grita abuchea reclama
increpa al que sale
hay días que anda agazapada
entre columnas hablando sola
quejándose a horario
sin registrar ausencias
espectro implacable

un trabajo no muy
distinto del nuestro
apenas lo distancia
el qué lado de la puerta

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#Edúquennos

Cuando hablo con una mujer con escote o camisa de cuello amplio no puedo evitar desviar la mirada a las tetas. Es un impulso que no tiene que ver con lo sexual, ya que no son las mismas sensaciones que me asaltan cuando veo un culo que me gusta. En realidad no me causa nada, pero sucede y me trastorna el hecho, primero porque debe incomodar a mi interlocutora y segundo porque probablemente yo esté transmitiendo un mensaje que no quiero transmitir. Entonces reflexiono que si me cohíbo tanto por una mirada sin intención sería imposible para mí bardear o manosear a una mujer.

Pero no siempre fue así. Esta sensación de incomodidad amaneció a medida que tomé conciencia de mi naturaleza sexual y la relación con los otros. Mi vieja dijo “no sos mi hijo” cuando se enteró que de chicos nos resultaba absolutamente normal y lícito ir a los boliches a dar vueltas siguiendo pibas más grandes para tocarles el culo. Contábamos las tocadas y también los cachetazos como si fuera algo heroico. Después de esas aventuras, el deseo frustrado, la autosatisfacción con culpa católica en casa. Manosear no calificaba como pecado.

No me enorgullecen muchas cosas de mi adolescencia que por esa época eran normales. Pero me parece positivo encontrármelas hoy de frente y comprometerme a combatirlas, por ejemplo educando a mis hijos de otra forma: tratando de que razonen y sean en lo posible inmunes a lo que está socialmente podrido pero aceptado, y hagan lo posible por contrarrestarlo. Educarlos para que se cuestionen todo, incluso nuestros preceptos de padres que venimos encerrados tras otras reglas. Hay derechos y obligaciones por las que luchamos pero que a los niños de hoy les son naturales y también podrán cuestionar, modificar, lo que quieran.

Hasta el día de hoy pensaba que sentirme sátiro por no poder evitar mirar a las tetas era algo normal, que como hombres teníamos nuestros complejos con los que luchar, y que la conducta aprovechadora, violenta, respondía solo a excepciones de tipos perturbados. Pero ahora que lo digo y las propias experiencias me saltan a la cara me da miedo: si de niños fuimos adquiriendo esas perversiones como costumbres normalizadas, entonces muchos, muchísimos, hombres y mujeres, con el tiempo terminaron por aceptar en sus vidas que manosear, groserear, abusar, estaba bien. O peor, ni siquiera se lo plantearon alguna vez como algo incorrecto. Conductas que unos ejercen como derecho y otros aceptan y callan por naturalización del miedo y el sometimiento de género.

Gracias a la explosión info y comunicacional hoy muchos temas de género se animaron a romper el silencio. La realidad es todavía más horrible: lo que creía excepción goza de un nivel de normalidad pasmoso, enorme cantidad de mujeres niñas, adolescentes y adultas, abusadas por familias, por amigos, educadores, religiosos, por tipos con poder, también por otras mujeres que ofician de entregadoras.

En mi cara aparecieron también actos cotidianos que como hombre no registro o no cuestiono. Por ejemplo cuando me cruzo a una mujer y ella pasa mirando al frente sin dedicarme ni una mirada, ¡porque mirarme puede dar pie a que sea todo lo imbécil y monstruo que puedo ser! Ejemplo tonto y no tan tonto válido como lo mínimo que a diario las mujeres soportan en la calle, en el laburo, en la escuela, en donde sea. Todo un bagaje de situaciones de mierda que exponen a la mujer víctima del horror comparable no sé con qué, me cuesta encontrar un ejemplo claro, pero viejo, es como estar entre zombies que, además de querer tu cerebro, primero te quieren coger y destrozarte el alma. Es pura mierda.

Pero al final, en lo profundo y concreto, se me ocurre que la cosa resulta ser invertida: toda mujer tiene más valentía que cualquier hombre, lejos, porque se banca incontable cantidad de situaciones espantosas durante toda su vida. Poray íntimamente todo se resuma en esa cuestión: los hombres nos sentimos disminuidos frente al coraje de una mujer, y nuestra reacción es la que tan cobardemente aplicamos día a día: controlar, agredir, destruir a quien tememos.

 

Como hombre reconozco que somos bastante primitivos y hay mucho de lo femenino que todavía no entendemos, sea por miedo a mostrarnos vulnerables, sea porque crecimos en una sociedad que construyó ciertos muros que hoy debemos derrumbar. Sea también porque todavía hay muchos “de eso no se habla” tapando el sol.

Los hombres tenemos que enfriar nuestras cabezas y escuchar lo que tienen las mujeres para decir, entender sin agresiones que nos gustamos, que nos amamos, que no por eso podemos adueñarnos del otro. Entender cuando nos estamos desubicando, no ponernos a la defensiva, reaprender conductas. Debemos poner en duda lo que creemos correcto o un derecho, y darnos la oportunidad de que nos eduquen en una materia que nos resulta apenas conocida.

 

Hubo múltiples marchas, y frases como NiUnaMenos contienen un enorme y complejo problema, sin embargo no cesaron los abusos ni los femicidios. Parecemos no haber entendido sobre la necesidad de trabajar juntos en decodificar el mensaje, recoger el guante, y sentir vergüenza donde antes no la teníamos. Vergüenza propia, de la que ayude a cuestionarse y modificar en consecuencia. Nadie nos prohíbe mirar y sentir, pero eso no nos da derecho a que nuestras miradas, nuestros sentidos, prevalezcan a la fuerza sobre los ajenos.

Sigamos discutiendo el problema, es la única forma de superarlo y encontrarnos con los nuevos problemas. Es hermoso recapitular la historia y pensar que antes la mujer no podía votar y hoy tiene su lugar en la política, pero también es duro ver que el día de la mujer se conmemora tras la muerte de 146 mujeres esclavizadas en una fábrica. Es jodido ver que la humanidad siempre ha avanzado socialmente sobre los cuerpos de víctimas que pusieron su vida a disposición de la historia, a merced del rigor social que no abre los ojos hasta que ya no hay escapatoria.

Dejemos de mordernos la cola y avancemos, que por delante siempre hay una revolución mucho más emocionante si la encaramos de la mano.

Amemos
deseemos
honremos
procuremos
y defendamos
que todas las mujeres
sean

me gusta creer

[]

cuando te confesé que me había quedado
manija de ver las x-men
completaste al pasar con
que vos también
la tasa de café a medio camino
soñaste toda la noche

júpiter es un trompo matutino
a los gritos
y yo después de algunas horas
descubro que hay una simbiosis
que se crece juntos como
plantas que mezclan troncos
que dejar lavados los platos
no es heroico pero
dice sin pantallas
sin subtítulos

algo de osadía habrá en
construir escaleras juntos
barandas y puertas para protegernos
del peligro de trepar alto
sin manejar el equilibrio
llenar de aire viciarlo
con nuestros temores
hacerles lugar aceptarlos
en los rincones del hogar
monumento espiritual
que no permito me roben las religiones
que nadie me venda
que responde a normas de un dios
me gusta creer cada día
que se trata de libertad
elegir con quién se coje
se ama se esconde
con quién se habla de política
o se le confiesa un error
a quién le exponés
lo que te apasiona hasta doler
me gusta creer
que los queda mal morirán
como los pedos en la mano que son
que pelear con nuestros hijos
también es educarlos
es mostrarles los dientes
y la naturaleza cabreste
que nos vean equivocarnos
y aprendan a disculparnos

no recuerdo pero
por algo me fui enojado
en la calle por fin llamaste
la pequeña licencia
de contestar picante
y cortar rompiendo el chau
hacen a la libertad
pintan de tonos nuestra armonía
llenan de bronca y la vacían
enjuagando el vaso
de rutina

este yo que crezco al lado tuyo
deco y constru
yendo y viniéndonos
el yeite implícito de
los sí y los no
: muchas veces
esperé apoyarme en tus negativas
[lo indecisos que somos]
pero entonces un si
nos forzó a lo desconocido
de la boca a la acción
hay un abismo
ese que llenás por creerme
más de lo que yo me creo
y viceversa

no hay fórmula
no hay perfecto
hay cuatro mil quinientos días
que pueden ser anhelo
algo pasado o puro cuento
me sale mirarlos y desear
que sean ganas
que vuelen como panaderos
surfeando el astral común
mezclados con lo que
todavía no sabemos
sin plan que no pensemos
lo infinito no tiene que ver
con la longitud del tiempo
sino con cuánto espacio
le damos para crecer dentro

pero no sé

[]

llevé en bici a simón
hasta el jardín de humberto primo
primera vez de hacer calle
a velocidad crucero
cagados las patas y contentos
piolones por la ciudad en dos ruedas
como estar coqueteando
a la más linda del boliche

chochos nos separamos y me fui
por calvo al laburo
pasando entre ríos advertí
que no tenía billetera
llamé a la flaca y no sabía nada
andaba con júpiter por ahí
corté y seguí
camino entonces pensando
mejor que perderla
es descuidarla

diarréctica epistolar

[]

es que a veces agarro el mundo torcido
o a destiempo…
como si el día o algo estuviera rayado y me saltara la púa…
poray preciso un cambio de correa y mis revoluciones están ralentizadas…

[…]

si, no es nada nuevo…
es el pequeño río depresor que cada tanto se desborda y pierde los bordes…
(con la redundancia acabo de comprender el término, la significación de «desborde»… )
será que hay días en que pierdo mi propia figura
y esa ausencia de finitud,
de contención ¿asusta?
como si me fuera a escapar cual pedo por la ventana
abierta, el viento de afuera chupándome con más fuerza
que ayer y convenciéndome que se es más libre allá fuera
en estado disperso…

[…]

me fastidio de cosas del día a día
de monolitos que no empujo por miedo a
que una piedra se desprenda y me rompa la cabeza…

los cosmoforristas

la poesía está en todos lados
en esta oficina cuesta encontrarla
tengo una compañera
que no sé si está viva
o nadie le avisó que está muerta
tengo doblada la espalda
en mi hermoso sillón de escritorio
los codos clavados las manos al teclado
pensando todo el día
como hacerme el que estoy trabajando
poesía de oficina
mate con azúcar que me hiciste mal
los soria realidad de inodoro
horas meses años de tecnocracia
el sueño podrido
como las sobras del tupper
que alguien olvidó en la sala de reunión
dicen que el tipo salió
a por cigarrillos
y nunca más volvió
que renuncio que murió
que no le importa a nadie qué pasó
pero sí festejan que se salió

no tiene nada de poesía una oficina
hoy no la tiene porque
puede ser el peor lugar sin onda del mundo
quizá mañana o sobre el fin del mundo
alguien se emocione
de leer lo que pasaba en el gris
de las sociedades
en el grisáseo estar de los aburridos tecnócratas
navergantes de ofertas y promociones
apostadores virtuales
acumuladores de promesas
que todos deben
y ya fue

vayámonos a cagar

 

correntada

te pego, te abrazo,
lloro, me reclamás,
te llamo, te delato,
te defiendo, me pegás,
te condeno, me indultás,
te vengo, te espanto,
me pelliscás, te beso,
te quiero, me abrazás,
me pateás, te grito,
me vengo, me ayudás,
me soltás la mano,
me enojo, te reís,
me gritás, me río,
te pido perdón,
me perdonás, me buscás,
me odiás a gritos,
llorás, te contengo,
me voy, me dejás,
te quiero, te persigo,
me pego, te abrasás,
me lamento, te vas,
pedimos perdón,
te ayudo, me empujás,
me llevás, sonreís,
de nuevo me reís,
te hago una trabada,
me mentís, me das,
te saco, te presto,
me sacás, rompés,
saltamos, gritamos,
lloramos, me doy,
me enseñás, te muerdo,
te extraño, te pido,
no te espero, no me recibís,
te envuelvo, te festejo,
me llamás, me acusás,
me condenás, te ayudo a escapar,
te pongo el revolver en la cabeza,
volamos juntos, me soltás,
caigo, te empujo,
te rompés, me rompés,
te choco, me hablás,
me agarrás, te suelto,
me comprendés, te escupo,
me extrañás, me pedís,
te sueño, somos superhéroes,
te augurio, me bailás,
te agarro, me ninguneás,
te acompaño, te desprecio,
nos bañamos, nos llovemos,
te conozco, me conocés,
me aburrís, te necesito,
te me me
te te te me
me me me tem
temet met
mem tet me mte tmetmem
como niños
perfectos niños
para siempre