teléfonos que suenan en habitaciones vacías

no hay nadie laburando hoy?

ya es año nuevo?

siento que estoy en un galpón vacío… como cuando estás de cumpleaños y ni siquiera tu vieja te llamó por teléfono, y en tu interior estás convencido de que se trata de una fiesta sorpresa pero, y si no?…

me recuerda a tom cruise cuando caminó por un central park vacío vacío vaciísimo… o al chavalito que se levanta después de estar en coma no sé cuántas semanas y se encuentra en una londres deshabitada, en la peli exterminio…

trabajar en vísperas de año nuevo es como querer entrar a un recital cuando acaba de terminar, o como ser el último pasajero en el bondi… es igual al pánico dulzón que te agarra justo antes de llegar al lugar al cual estás llegando tarde (siempre me pasa esto, soy ya un adicto a esta situación)…

escuchás el eco de las carcajadas por telepatía, o las leés en los correos que vienen desde alguna PC de hogar o cyber de la costa… sentís que podés apoyar el oído contra la pared y escuchar el tintineo de las copas brindándose a tus espaldas… mirás alrededor con desconfianza como cuando entrás a una reunión y de golpe todos se callan…

me resigno a escribirle estas líneas a monitores vacíos, a buzones rellenos de saludos tipificados, a transeúntes urgentes de facebook que seguro buscan qué se hace al final esta noche y pasarán de largo mi clamor desesperado…

será hora del balance, me digo… miro hacia atrás y el año fue algo tumultuoso… veo cosas buenísimas, exageradamente alegres y felices; y veo cosas tremendamente malas y dolorosas… lo bueno es que la lista es larga, y eso puede significar solo una cosa: que la vida se está viviendo… el resto no necesita balanza, no puedo saber si algo fue más malo que otra cosa buena, no necesito saberlo tampoco… es suficiente con saber que las cosas suceden, que están pasando, que estamos en plan de provocar que se desencadenen, y que estamos dispuestos a disfrutarlas y hacerles frente…

este fue un año recordable, por lo que sea que se lo recuerde ha merecido ese lugarcito en la memoria… ojalá los que restan también se ganen ese privilegio porque significará que no despreciamos el mejor regalo: la vida…

trabajar en vísperas de año nuevo al final puede estar bien… siento que estoy despidiendo al año viejo como cuando son las últimas horas de un ser querido y hacés el esfuerzo porque se sienta cómodo y vea que todo está en tren de normalidad… es abrazar a ese amigo, que se va de viaje muy lejos, con la intensidad de siempre para que más tarde no sienta la ausencia… es no despreciar al año porque pasaron cosas malas, sino apreciarlo porque también hubo de las buenas, y sobretodo porque pasaron cosas…

otra vez solitario, como siempre digo, arrojando mensajes en botellas al mar…

lean esto hoy, o mañana, cuando sea; es lo mismo…
todos los días deseo que tengan paz y que su historieta merezca ser contada…

los abrazo…
q.

3 comentarios sobre “teléfonos que suenan en habitaciones vacías

  1. Qué año quito, como hacer para que el próximo no empeore, o mejore para algunos casos?
    Siempre que tenga gente como vos a mi lado estaré más que contento por estar viviendo ese momento. Un abrazo grande Familia Demaestri, un abrazo Q.

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