Ser derrotado era su destino, pero esta vez el Rojo llevaría su maldad hasta las últimas consecuencias. Se estaba saliendo con la suya, tenía secuestrada a la rubia Natasha, y la mantenía cautiva cerca del Pozo del Olvido. Johnny Entusiastic había logrado rastrearlos, pero el malvado y la cautiva le llevaban una importante ventaja. ParaSigue leyendo «la última del Rojo»
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cosas que pasan todos los días
Le mandé un mail dos días después de conseguirlo. Le conté que hacía algo de un mes la había visto reunida en mi piso y la había reconocido. Que busqué su nombre en los folletitos que nos daban cada fin de año en la primaria, pues no lo recordaba. Como ella no estaba nominada, hiceSigue leyendo «cosas que pasan todos los días»
de asientos vacíos, pijas cortas, y time for fuckyou
[El asiento vacío] Estadio Único de La Plata. Previa del recital de Pearl Jam, Noviembre de 2011. X tocaba con rabia su punk viejuno. Estábamos apostados en nuestra primera fila de plateas. A mi lado un solitario asiento vacío. Faltaba todavía un rato para PJ, cuando apareció un pibito de unos veinte años nuevitos ySigue leyendo «de asientos vacíos, pijas cortas, y time for fuckyou»
Los que ni SI, ni NO
El CRA, no es un Sindicato, es un Club sin sede, sin barrio, sin cuota de socio. Bienvenidos al mundo del Club de los Recitaleros de Afuera. Hace unos meses fuimos al show de Green Day, pero no entramos. En cambio de eso conocimos a una tribu urbana muy particular que no se distingue porSigue leyendo «Los que ni SI, ni NO»
al piste
Una turba de pajaritos amarillos piaba por comida. Me detuve a observarlos y tratar de comprender por qué emitían esos chillidos tan insoportables. Vestían traje negro, camisa blanca, y corbata gris. Parecían pintados con stencil, tan prolijitos e iguales. No chorreaban ni una pluma, no desteñían ni un poquito. Sus crestas se veían encorvadas enSigue leyendo «al piste»
mi libreta mágica
Me regalaron una libreta mágica el otro día. Tengo una vaga idea de cuándo fue, pero sinceramente nunca podré determinar el día exacto, o poray si, quién sabe, tal vez si un profesional… El punto es que la encontré ayer, casi me la choqué; estaba reluciente, nueva, completamente en blanco (bah, a decir verdad teníaSigue leyendo «mi libreta mágica»
con surcos de cuentos
Imagino las carillas del cuento. No estoy familiarizado con eso de escribir a doble espacio y estar limitado a cierta cantidad de líneas y páginas. Empiezo fastidiado, ya que si reparo en alguno de mis cuentos que tenga que ver con el tema, seguramente se excederá en verborragia. Desisto tal vez. Frente a mí, porSigue leyendo «con surcos de cuentos»
last train to the hi
Las caras tristes del último tren. La estela de luz parpadea hasta desaparecer en la trillada fotografía de barrios perdidos. Recuerdo siempre ver el tren desde el pasaje de bustamante, y escupir al vacío mientras parece que cagara una víbora oxidada. La perspectiva fascina. Se pierde entre edificios, roídos por el ruido sistemático, que muerenSigue leyendo «last train to the hi»
un tipo excitoso
Lo miró insinuante y puso en camino sus finas piernas llevándolo como a un perrito, arrastrándolo de un collar imaginario. La pollera corta ondeaba con soltura, resbalando desde el culo firme y sugerente. El calor primaveral bendecía el día, y la remera ajustada a los pechos le hacía justicia. A dónde va?, pensó el hombre,Sigue leyendo «un tipo excitoso»
la parábola del bondi
Mientras el bondi iba a 90 por las intrincadas calles de capital, observé los techos que pasaban raudamente por nuestro costado y pensé que me había embarcado en el bondi de la muerte. El mismo que, lejos de su original idea de frenar en cada parada donde se indicara con un cartel el número 28Sigue leyendo «la parábola del bondi»